Hace 12,000 años, el territorio que actualmente ocupa Metepec era una zona lacustre: hacia el oriente se extendía una serie de lagunas cuyo impacto natural determinó la vida de la región. El elemento geográfico más importante del municipio es el cerro de los Magueyes. Se trata de una elevación geológica de origen volcánico, en cuya cúspide los antiguos matlatzincas celebraban ceremonias propiciatorias y ritos funerarios.Desde tiempos muy remotos, la zona estuvo habitada por civilizaciones avanzadas. Durante el periodo preclásico se asentaron aquí grupos teotihuacanos diestros en el manejo del barro.
Más tarde, en el siglo VIII d.C., Metepec se convirtió en un centro de paso de viajeros, de trueque y de intercambio cultural. Durante más de tres siglos, la influencia imperante fue la del pueblo tolteca, el cual compartió el territorio con los matlatzincas u ‘hombres de las redes’. También llegaron grupos chichimecas nómadas y guerreros procedentes del norte, como los otomíes, quienes conocieron este lugar como Towada (‘colina de magueyes’).El floreciente reino matlatzinca, rico en bosques y agricultura, atrajo la ambiciosa mirada de los vecinos mexicas, de quienes terminó siendo tributario desde 1477, cuando Axayácatl ocupó la región.A partir de entonces, este lugar recibe el nombre náhuatl de Metepec, que significa ‘en el cerro de los magueyes’, por las voces metl (maguey), tépetl (cerro) y co (en). De tal apelativo surge el glifo que lo identifica hasta hoy, el cual se compone del dibujo de un cerro, y arriba de éste, un maguey.
La conquistaApoyado por un guerrero tlatelolca bautizado con el nombre de Ignacio Felipe y por Juan Gutiérrez Altamirano, primo de Hernán Cortés, Gonzalo de Sandoval conquistó este territorio para la corona española en 1524, y los frailes franciscanos para la fe católica.La fundación cristiana de Metepec tuvo lugar en 1526. Se le nombró San Juan Bautista de Metepec. En esa época, era un sitio tranquilo, donde las preocupaciones de la población giraban fundamentalmente alrededor de las condiciones propicias para la agricultura y la organización de las festividades.En 1848, Metepec se convirtió en la capital del estado de México por corto tiempo, ya que Toluca se encontraba tomada por el ejército estadunidense. En agradecimiento a su hospitalidad, en octubre de ese mismo año se le otorgó la categoría de villa. El aniversario de ese acontecimiento es el que hoy en día se conmemora con el Festival Internacional Quimera.
Tiempos modernosEn los albores del tercer milenio, la ciudad de Metepec no se asemeja en nada a aquel asentamiento prehispánico alrededor de una gran laguna, rodeada de comunidades de pescadores y agricultores. Del periodo colonial quedan en pie –después de varias transformaciones, superposiciones y reconstrucciones– el convento franciscano anexo a la parroquia de San Juan Bautista y sus demás iglesias y capillas. Entre las calles y callejones, adoquinados en su mayoría, descubrimos a veces alguna fachada que nos remonta al siglo XIX y a la primera mitad del siglo XX.En 1988, la Villa de Metepec fue elevada por el Congreso estatal a la categoría política de ciudad, y en 1991, mediante un ordenamiento gubernamental, se declaró a la cabecera municipal con sus seis barrios como Ciudad Típica de Metepec.De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, habitan esta ciudad poco más de 200,000 personas, aunque según autoridades y observadores, Metepec cuenta a la fecha con cerca de medio millón de habitantes, número conformado en gran parte por inmigrantes, la mayoría provenientes de la capital de la república.
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